La palabra “feminismo” puede ser entendida de dos formas. Por un lado, como un principio de igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Por el otro, como el conjunto de movimientos beligerantes cuyo propósito es lograr la real igualdad de derechos civiles, políticos, económicos, culturales, sexuales y sociales entre hombres y mujeres mediante acciones y reflexiones.
Como movimiento, el feminismo ha ido ganando espacios a sangre y fuego desde el siglo XVIII. El ambiente intelectual de la Ilustración, que llamaba a imponer la razón como método y el liberalismo como principio, le dio aliento a la mujeres para reclamar sus derechos.
En ese contexto, la Revolución Francesa de 1789 hizo posible la declaración de los Derechos Universales del Hombre, pero estos derechos no eran tan universales, pues excluían a las mujeres.
Aunque ciertamente se ha avanzado mucho desde entonces, actualmente existen muchos tipos de feminismo. Esto se debe a que, a pesar de todos los logros obtenidos, la discriminación y la violencia hacia la mujer siguen presentes, algunas veces bajo formas enmascaradas de dominación, tanto en sociedades conservadoras como "liberales".
Teniendo estas diferencias presentes, haremos un esfuerzo por presentar las características generales del feminismo, esperando que hagan justicia a la causa y a la diversidad de agendas.
Características del feminismo
Apela al principio universal de la razón como herramienta
En la Ilustración o Iluminismo, la razón fue enarbolada como herramienta común a todos los seres humanos. La razón se invocaba para confrontar el peso de la tradición y el fanatismo dogmático de algunos sectores religiosos. Pero los hombres no cuestionaban la posición de las mujeres pues la consideraban consecuencia “natural” de su condición biológica.
Las mujeres reconocieron la oportunidad para debatir esta idea, conscientes como eran de que los roles asignados correspondían a la tradición y no a la naturaleza del género. Desde ese momento, el feminismo, en todas sus manifestaciones, apela al principio de la razón como método para desnaturalizar la opresión y la violencia contra la mujer.
Se apega al principio de libertad individual
Si la libertad es un derecho universal, no puede estar condicionada al género. Este principio también fue invocado por primera vez en el siglo XVIII sin tomar en cuenta a la mujer.
El feminismo entendió y entiende que en una sociedad de iguales no puede haber menoscabo del derecho a la libre elección, al desarrollo de la propia personalidad y al ejercicio de los derechos civiles y políticos con base en el género o ningún otro elemento ajeno a la razón y la ética.
Activa la vindicación de derechos
La reflexión sobre la posición de la mujer en la sociedad es mucho más antigua que el feminismo como movimiento, pero no pasaba de ser un memorial de agravios. Desde que el movimiento comenzó a articularse, se convirtió en un camino para la defensa y obtención de derechos, libertad y dignidad humana de la mujer.
Construye conocimiento
El feminismo no solo ha generado movimientos activistas, sino que también ha desarrollado un complejo entramado teórico. Las diferentes teorías desarrolladas por el feminismo visibilizan los conflictos y posibilidades de la mujer, así como la urgencia de reconocer sus derechos.
Además, el movimiento feminista ha ayudado a elaborar un diagnóstico de la realidad social y a identificar un conjunto de nociones que hoy son fundamentales para comprender los cambios de dirección histórica. En este sentido, el feminismo construye conocimiento. Dos de sus conceptos elementales son el concepto de patriarcado y la noción de género. Veamos cada uno por separado.
Concepto de patriarcado
El feminismo tiene como base la definición y denuncia del patriarcado. El término deriva del griego antiguo y quiere decir ‘mandato del padre’. Con esta expresión, el feminismo alude a los criterios y modos en que se ha ejercido históricamente la autoridad en la sociedad. En efecto, el mundo se organiza a partir de la autoridad masculina, lo que se considera natural de su condición biológica por haber representado la fuerza y la protección en tiempos remotos. Es así como el orden de la familia, donde el padre representa la cabeza, se transforma en imagen del mundo social.
Del dominio del patriarcado deriva la naturalización de una serie de factores creadores de opresión y pobreza entre las mujeres como:
- sueldos más bajos por el mismo trabajo;
- reserva de los mejores empleos a los hombres;
- entrega de empleos poco motivadores o sin remuneración (como el hogar) a la mujer;
- uso de los símbolos de la sexualidad orientado totalmente al placer masculino;
- naturalización de la violencia de género;
- naturalización del lenguaje de lo masculino como medida de lo humano (ejemplo: uso de la palabra “hombre” para referirse a la “humanidad”).
Noción de género
Las teorías feministas han ayudado a la comprensión de uno de los fenómenos más complejos de la experiencia humana. Al cuestionar los roles de género, esto es, la distribución de tareas según el “orden biológico”, el feminismo ha abierto la reflexión sobre la propia noción de género.
Así, ha sido posible comprender que la noción de género es una construcción cultural y no es natural. Es decir, no hay una razón biológica que justifique que los hombres no realicen tareas domésticas o que las mujeres no deban ir a la escuela. La razón de esto es histórica y cultural, no biológica o natural.
Sin embargo, sí se entiende que existan diferencias biológicas. Por lo tanto, las teorías distinguen entre el género biológicamente asignado y la noción de género socialmente construida.
De este tipo de propuestas surgen los estudios de género, en los que se investiga y reflexiona sobre la diversidad sexual y la construcción de identidades.
Pero también surge un ámbito de reflexión interesantísimo, que son los estudios sobre la masculinidad. Si el rol asignado históricamente a la mujer debe ser revisado, también lo debe ser la noción de masculinidad, según la cual el varón se representa como un ser sin sentimientos y violento por naturaleza.
Defiende los derechos concretos
El feminismo quiere instituir cambios históricos concretos en busca de una sociedad de pares, de iguales. Pero aunque muchos de estos derechos son una realidad en las sociedades occidentales, aún están en pugna en otras, como los Estados confesionales musulmanes, por ejemplo. Además, incluso en el marco de las sociedades occidentales, los derechos obtenidos se ejercen con dificultad y no sin polémica. Por ello, siguen siendo parte de la agenda del feminismo los siguientes puntos:
- Derecho al trabajo y a la equidad laboral:
- Derecho a la educación en todos los niveles;
- Derecho al sufragio en las mismas condiciones que los varones;
- Derechos reproductivos;
- Derechos sexuales;
- Derecho a un trato respetuoso y digno.
Es un movimiento diverso
La situación de las mujeres en el mundo no solo es desigual respecto de los varones. También existen desigualdades entre naciones, pues en unas se han logrado algunas conquistas, mientras que en otras la mujer sigue sufriendo la condición de subalternidad a la voluntad masculina.
Pero incluso en el seno de las sociedades más "liberales", existen diferencias reconocibles entre el trato de las mujeres según su etnia, clase social, religión u orientación sexual. Por ello han surgido muchas vertientes del feminismo que pretenden reivindicar todos los escenarios de lucha que deben enfrentar las mujeres para constituirse en plenamente libres. Entre los muchos movimientos feministas actuales, podemos mencionar los siguientes.
Feminismo filosófico
Parte del método contemporáneo filosófico para reflexionar sobre el concepto y papel de la mujer, con el objetivo de comprender las razones últimas de su condición de subalternidad en el ordenamiento social y los modos de transformación de esa realidad.
Feminismo liberal
Busca reivindicar las capacidades de las mujeres que tradicionalmente han sido desvalorizadas discursivamente o impedidas mediante el ejercicio legal, por lo que su propósito es lograr leyes y normas incluyentes, que garanticen la igualdad de oportunidades.
Feminismo de la igualdad
Está enfocado en la búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres en el seno de la sociedad a partir de la realización de un nuevo pacto social.
Feminismo de la diferencia
Articula la defensa de los derechos de las mujeres haciendo énfasis en la especificidad y diferencias del género femenino respecto del masculino.
Feminismo socialista
Estudia las relaciones de poder, especialmente económicas, en la perpetuación de los modelos de opresión hacia la mujer. Son claves de su análisis las categorías de patriarcado y capitalismo.
Feminismo postcolonial
Reflexiona sobre los alcances y modos del orden patriarcal en el esquema cultural de las naciones no occidentales, donde la supervivencia de la mentalidad colonizada, el racismo, el endorracismo y la desigualdad social juegan un papel crucial.
Feminismo negro
Estudia y toma acciones en cuanto a la particular relación del racismo con la perpetuación del sexismo y los modelos de opresión hacia la mujer.
Feminismo lésbico
Parte del análisis del concepto de heterosexualidad y su naturalización. Cuestiona el marco de la educación heterosexualizada como discurso que perpetúa la definición de roles sociales bajo principios heteronormativos.
Ecofeminismo
Es un movimiento feminista que participa activamente de la discusión sobre el medio ambiente. Desde su punto de vista, solo una experiencia social ecológica puede ser garante de un orden no opresivo, libre de jerarquías y de militarización.
Apela a la importancia del matriarcado, al que considera horizontal y postula que este fue anterior al orden patriarcal, caracterizado por la tierra y la mercantilización del cuerpo femenino.
Ciberfeminismo
Se relaciona estrechamente con el desarrollo tecnológico, la aparición de Internet y el ciberespacio. Este tipo de feminismo estudia las construcciones de género visibles en los recursos comunicativos de la era 2.0. Estos medios son vistos como espacios para la subversión del orden masculino, así como para la proliferación de la diversidad y la multiplicidad de subjetividades.
Ver también 18 momentos claves en la historia del feminismo.
Obras y autoras más importantes
Entre algunas de las voces más importantes del feminismo y sus obras de referencia fundamental, podemos mencionar las siguientes:
Mary Wollstonecraft
Nacida en Inglaterra en el siglo XVIII, destacó como escritora y filósofa. Fue célebre por ser una de las primeras mujeres en poder vivir de forma independiente gracias a su trabajo y mérito propio. Fue autora del libro Vindicación de los derechos de la mujer, en el cual plantea que las diferencias sociales entre el hombre y la mujer no derivan de la naturaleza biológica sino de la desigualdad en la educación y los derechos.
Olympe de Gouges
Nacida en Francia en el siglo XVIII, fue dramaturga, escritora, filósofa política y panfletista. Luchó al lado de los abolicionistas por la erradicación de las leyes contrarias a la moral y la virtud, como la esclavitud. Su Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana le costó la vida por decapitación en manos de los girondinos.
Virginia Woolf
Nacida en Inglaterra (1882-1941), es una de las más destacadas escritoras de lengua inglesa, representante del modernismo en su corriente anglosajona. Se convirtió también en una figura prominente del feminismo. Su ensayo Una habitación propia ha sido considerado uno de los manifiestos más importantes sobre la participación de las mujeres en una sociedad diseñada para los hombres, haciendo referencia específica al mundo literario. En el ensayo, Virginia Woolf reflexiona sobre la posición de las mujeres como escritoras y lo que necesitan para poder competir de igual a igual: dinero propio y habitación propia.
Simone de Beauvoir
Nacida en Francia (1908-1986), fue filósofa, escritora y profesora, comprometida con la causa feminista y la lucha por los derechos humanos. Su libro titulado El segundo sexo se ha convertido en una referencia fundamental del feminismo, asunto que aborda desde un enfoque existencialista.
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Celia Amorós
Nacida en España en 1944, es ensayista, filósofa y escritora. Ha conceptualizado ampliamente los problemas del feminismo contemporáneo. Uno de sus puntos fundamentales ha sido la relación entre el feminismo y la Ilustración. Entre sus muchos libros, destaca Hacia una crítica de la razón patriarcal.
María Marcela Lagarde y de los Ríos
Nacida en México en 1948, es antropóloga especializada en etnología. Es miembro fundadora de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres. Se ha abocado al estudio de la relación de las mujeres con el poder, la sexualidad, la cultura, la maternidad, etc. Entre sus muchos trabajos se puede mencionar el libro Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas.
Amelia Valcárcel
Nacida en España en 1950, es una filósofa española que se ha destacado por su defensa del feminismo filosófico y, dentro de este, el feminismo de la igualdad. Uno de sus trabajos más influyentes ha sido el libro Feminismo en el mundo global.